jueves, 20 de marzo de 2008

Yo no soy tonto... ¿o sí?

Hay de todo, las tiendas son enormes, y sus anuncios no paran de salir por televisión. Son las grandes superficies de electrónica de consumo. Pero ¿son el mejor lugar para comprar?

El pequeño comercio está en crisis. No puede competir con el enorme poder económico de las grandes multinacionales que gastan enormes presupuestos en publicidad. Sin embargo, si hay un sector en el que el pequeño comercio enseña los dientes y demuestra que puede ofrecer mucho más que las grandes superficies, éste es el de las nuevas tecnologías.


Cualquiera que haya ido a una tienda de informática especializada y a una gran superficie verá las diferencias aunque no sepa demasiado del tema. La gran superficie tiene a sus comerciales generalistas, que hoy pueden estar vendiendo impresoras y mañana móviles. Tal como se ha definido alguna vez a los periodistas: "son un océano de sabiduría... de tres centímetros de profundidad".

En cambio, en el pequeño comercio, muy a menudo es el mismo empresario el que atiende al cliente. Se trata de gente apasionada por el tema, y que se las tiene que ver cada día con los proveedores, con clientes insatisfechos porque la tarjeta gráfica no le daba los fotogramas por segundo que esperaba en su juego favorito, y que conoce perfectamente cuál es la mejor marca para cada periférico.
Y es que es la satisfacción del cliente su principal y casi única campaña publicitaria.


Publicidad engañosa

Es precisamente por lo anteriormente expuesto que las grandes superficies pueden ir rozando la mentira en lo que respecta a la publicidad. Productos rebajados sin mencionar que están descatalogados por el fabricante, ofertas estelares que luego no se encuentran en la tienda, o días especiales de oferta en los cuales sólo se venden (sin mencionarlo) ejemplares de exposición (usados) o devueltos por otros clientes.

De igual manera, los vendedores de estas empresas son entrenados para vender no lo que el cliente necesite, sino lo que la empresa necesite vender. Y no hablamos únicamente de la pantalla de plasma o del grabador de DVD, sino también de los servicios post-venta, que pueden intentar vendernos productos innecesarios cuando llevemos el ordenador a arreglar.

Precios

Una de las creencias arraigadas en el subconsciente colectivo es que las grandes superficies siempre tienen los mejores precios. Sin embargo, lo que puede ser cierto en productos comprados "a granel", no lo es (al menos no generalmente) en electrónica e informática.

Pensemos que una gran superficie no puede comprar 10.000 unidades de todos y cada uno de los modelos de un fabricante, por lo que si buscamos un modelo concreto, nos podemos llevar la sorpresa de que podamos encontrarlo al mismo precio, o incluso más barato, en una tienda especializada.

¿Por qué? Simplemente por el hecho de que la gran superficie compre un gran número de unidades de un producto que puede venderse mejor por el precio, mientras que la tienda especializada opte por tener en almacén aquel que sea mejor tecnológicamente y por lo tanto vaya a causar mejor respuesta entre los clientes.
Eso siempre que tengan el modelo que buscamos, ya que cualquiera que haya ido a una gran superficie sabrá que hay modelos que ni tienen ni piensan tener. Mala suerte.


Resumiendo

Puede que las grandes cadenas de electrónica e informática sean más útiles por el hecho de disponer de una gran variedad de artículos, pero desengañémonos: ni tienen los precios más baratos, ni son las más fiables.

Nuestro derecho y obligación como compradores es informarnos bien, comparar precios, y después optar por aquella opción que nos dé más garantías y nos asesore mejor. Aunque ni sea la más barata ni la más conocida. Y hay grandes posibilidades de que sea online.
No tendremos nuestro portátil dos segundos después de entrar por la puerta (o a la web), pero ya se sabe: lo fácil y lo bueno raras veces coinciden.

Reportaje publicado en el portal Terra.